QUIERO.

Quiero dibujarte, y hacerte real. 
Quiero escribirte, y leerte despues.
Quiero soñarte, y despertarte.
Quiero hacerte el amor, y dejarte ir por la mañana.
Quiero abrazarte, y dejarte volar.
Quiero beberte, fumarte, jalarte...
Quiero ser tu droga, y tu mi maldito vicio nocturno.

Quiero, quiero, quiero, quiero!!

Pero no quiero quererte.
Porque si te quiero, te volveré a perder. 

Sé mi amante libre de ataduras, mi amante libre de compromisos rutinarios, sé mi amante de aventuras a cualquier hora del día, y más aún por las noches, donde mi cuerpo te reclama, y mi alma me grita tu nombre, despacito, suavecito, como ese beso tembloroso que me envuelve en ti, en tu abrazo de oso. 

Sé mi caballero, y yo seré tu esclava, dispuesta a darte lo que quieras, sin perder el poder que me regalas, solo por mirarte así, tu sabes como... así. 

No seremos eternos, serás mi eternidad en una noche, 
en un día, en una mañana, en la ducha, en la cama... 

Quiero recordarte, cuando lo necesite, y vibrar en ti cuando me hagan falta las ganas, quiero cogerte, y tenerte dentro de mi, de vez en cuando mirarte a los ojos, y jamás decir te quiero. 

Quiero esperarte en algún lugar, lejos de aquí, y que llegues como siempre, tan a tiempo, y tan inoportuno, improvisando el saludo, y nunca deseando el despido, simplemente que llegues a mi, como el viento en otoño, y las flores de primavera, claro que nunca tan cursi, como lo que acabo de decir.

Llega con el pelo suelto, con una flor en tu bolsillo, una flor que podamos encender, y luego bailar, con la luna, en algún rincón, algún rincón, iluminando la pasión que nos moverá, cuerpo a cuerpo, mezclándonos al nivel de crear una sola sombra, dentro de la oscuridad divina de la noche, ¡Como amo la noche!, y en ella, quiero quizás amarte a ti, a pies descalzos, sin ropajes, recorriendo cada rinconcito de ti, cada espacio de tu piel morena, y perdiéndome en tus manos, que me hagan sentir chikitita, y gigante en aquel orgasmo dulce, que tu mirada penetrante me hará sentir. 

Sabes que te llevo escrito, en la palma de mi mano . . . 

y así, no dejo de creerte, ni de pensarte, así vuelvo a ser yo, libre de ti y atada a otro, otro, otro, aquel que nunca fue, y que me espera, amando cada pedacito de mi vientre, y yo... amando cada pedacito de él.-